Su autor fueLuca Pacioli (1445-1514?/1517?), un monje franciscano que compartió alojamiento e ideas conLeonardo da Vinci, y que se supone que ayudó al artista a pintar La última cena,según el rotativo inglés The Guardian. El texto acaba de ser traducido al inglés por primera vez. “Funda no sólo la magia moderna sino también los puzzles numéricos”, ha comentado Singmaster. “No sabemos por qué, pero este importante texto ha estado oculto en la Universidad de Bolonia, suponemos que desde los tiempos de Pacioli”, ha añadido.
Pacioli lo escribió en italiano entre 1496 y 1508 y contiene la primera referencia a los juegos de naipes e instrucciones para efectuar malabares, tragar fuego, introducir las manos en plomo fundido y hacer que unas monedas bailen. Y, como curiosidad, anota la primera mención de que Leonardo era zurdo.
El texto no se había publicado hasta ahora y desde la Edad Media sólo lo han podido consultar unos pocos eruditos que han accedido a los archivos de la universidad. Han sido necesarios ocho años de trabajo, varios traductores y miles de libras para verter el texto al inglés. El dinero lo ha puesto el Centro de investigación de las artes del conjuro de Nueva York. Su fundador ha señalado que el volumen de Pacioli “es el primer gran manual que se ocupa de enseñar cómo ejecutar la magia”.
“La fuentes sobre métodos mágicos se remontan al menos el siglo primero, pero este libro no sólo enseña los trucos sino que también da una idea sobre cómo se deben representar para entretener al público”, ha señalado.
Convivencia con Leonardo en Milán
Pacioli, nacido en Toscana en 1445, era profesor de matemáticas itinerante y conoció a Da Vinci en Milán en 1496, con el que convivió durante varios años. Pacioli le enseñó matemáticas y geometría, e incluso colaboró con él en muchos proyectos, incluido De divina proportione (1509), que ilustró el propio artista. A Pacioli también se le atribuye la paternidad de la contabilidad de doble entrada, la técnica básica de la contabilidad moderna, gracias a su libro Summa.
El volumen está dividido en problemas matemáticos, puzzles y trucos, y versos y proverbios. Incluye instrucciones sobre cómo escribir en código o trazar versos en los pétalos de una rosa, lavarse las manos en plomo fundido y hacer bailar un huevo sobre una mesa, y también muestra algunos de los primeros ejemplos de puzzles numéricos de Europa. El mismo Pacioli señala en el libro es una recopilación de informaciones de obras anteriores, algunas del propio Leonardo. Lori Pieper, la principal traductora del manuscrito, ha precisado que la relación creativa entre Da Vinci y Pacioli fue recíproca: el franciscano “también proporcionó invenciones a Leonardo”, señala, “aprendieron el uno del otro”.
El manuscrito revela una anécdota inédita sobre Da Vinci. “Leonardo trabajaba como arquitecto e ingeniero general paraCésar Borgia (el hijo ilegítimo del papa Alejandro VI), que pretendía establecer un nuevo Estado en Italia [que unificara todos los territorios] en 1502. Durante un viaje se encontraron ante un río y Da Vinci discurrió rápidamente la manera de utilizar troncos para construir un puente; es la primera vez que oímos hablar de esta historia”, explica Carlo Pedretti, un destacado historiador del arte, que estudió el texto original en Bolonia en 1954.
“Es un documento muy importante. Muestra cuánto le gustaban a Da Vinci los juegos y los trucos, pero sólo si tenían una base científica. También es un texto muy importante desde el punto de vista de su trabajo, ya que menciona La última cena”, añade Pedretti.
Consulta
La traducción de De viribus quantitatis se publicará el año que viene para coincidir con su 500 aniversario. El manuscrito original se puede consultar aquí, además de en el Centro de investigación de las artes del conjuro de Nueva York.