martes, 1 de abril de 2008

THE GREAT WIZARD OF THE NORTH


THE GREAT RAYMOND


THE GREAT LAFAYETTE


THE FOX SISTERS


THE DAVENPORT


TENKAI


TARBELL


T. NELSON DOWNS


SI STEBBINS


SELBIT


SAN JUAN BOSCO


S. W. ERDNASE


ROBERT HOUDIN


PINETTI


OKITO


NATE LEIPZIG


MASKELYNE


MAX MALINI


LEROY, TALMA Y BOSCO


L´HOMME MASQUÉ


HARRY KELLAR


HORACE GOLDIN


HOFZINSER


HARRY HOUDINI


HARRY BLACKSTONE SR.


GEORGE MELIÉS


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DR. ELLIOTT


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DAI VERNON


CHARLES BERTRAM


CHANG


CAZENEUVE


CARTER THE GREAT


CARMO THE GREAT


BUCHINGER


BUATIER DE KOLTA


BLITZ


BISHOP


BARTHOLOMEO BOSCO


ANA EVA FAY


ALEXANDER


AL BAKER


EL ILUSIONISTA

El ilusionista

DIARIO 20 MINUTOS / CINE
http://www.20minutos.es/cine/cartelera/pelicula/28529/el-ilusionista/

Título V.O.: The Illusionist

Año de producción: 2006

Distribuidora: Aurum

Género: Drama

Clasificación: No recomendado menores de 7 años

Estreno: 17 de noviembre de 2006

Director: Neil Burger

Guión: Neil Burger

Música: Philip Glass

Fotografía: Dick PopeTítulo

Intérpretes:


Eisenheim es un misterioso mago que consigue desafiar las leyes de la naturaleza y asombrar continuamente al público. Cuando el prestidigitador llega a Viena empieza a actuar con su fantástico espectáculo y en poco tiempo la noticia de su presencia llega hasta el príncipe heredero Leopold. Con la intención de desacreditar al ilusionista, el príncipe acude junto a su prometida Sophie von Teschen, a una de sus funciones. Cuando la bella prometida aparece, enseguida reconoce a Eisenheim y se reaviva un amor de la infancia.
La lucha por el amor de la joven enfrenta a los dos hombres que harán cualquier cosa por conseguirla. Escrita y dirigida por Neil Burger (Interview with the Assassin), "El ilusionista" está basada en el relato corto del ganador de un Premio Pulitzer Steven Millhauser, "Eisenheim The Illusionist".
Una película de los productores de la ganadora de un Oscar, "Crash", protagonizada por Edward Norton, el actor de "American History X" y "Todos dicen I love you" y también director y productor de "Más que amigos". A Norton le acompañan Jessica Biel (Blade: Trinity, Elizabethtown) y Paul Giamatti (Cinderella Man, Entre copas).
Un film donde nada es lo que parece, donde el amor, la obsesión y la intriga se entremezclan con la magia y el misterio.

Crítica

La última película de Neil Burger conjuga una fórmula eficaz y seduce desde la solidez de sus impecables formas y los volúmentes histórico-románticos que la definen.
El ilusionista es un cuento para adultos narrado con exquisito gusto estético y con incontestable equilibrio entre sus piezas. El ensamblaje global propone dos horas de evasión perfectamente vivaces que tienen en la distribución del ritmo y el minucioso antagonismo entre sus personajes protagónicos su baza más distinguida. Burger decora las pasiones, porque de nada sino de un drama pasional se trata, con un cautivador barniz pseudo fantástico que, y ahí radica el pero más gordo del invento, acaba basculando torpemente hacia la balanza del realismo imposible.
La gracia fundamental está en discernir si Eisenheim (Edward Norton) es un mago o un diabólico engañabobos, no obstante Burger mitifica a tal punto sus prodigios en el escenario que acaba por distraer la atención apuntando en direcciones que no piensa seguir.
El ilusionista deviene así, involuntariamente, en fábula decididamente inverosimil, que flirtea con el fantástico, más por el entusiasmo de Burger en alimentar el perfil extraordinario del relato, que por una lógica narrativa con punto de partida y de llegada.
Al final uno tiene la sensación de haber sido tramposamente manipulado, pero no por Eisenheim, que sería lo suyo, sino por un Burger incapaz de medir el impacto dramático de su fascinación hiperbólica por los trucos maestros del prestidigitador. La consecuencia directa es un desenlace imposible, montado a través de flashbacks, que resuelve el misterio comprometiendo el encanto global de la fábula, con un positivismo tan milimétricamente resolutivo como forzado.
El ilusionista hace aguas en ese desenlace que ata cabos sin atención a la lógica, pero la prestancia hipnótica de la puesta en escena y, sobre todo, el recital a tres bandas de Edward Norton, Rufus Sewell y, sobre todo, y una vez más, el monstruo Giamatti, que se merienda sin contemplaciones a todo aquel que se le ponga delante, en vanguardia, en retaguardia, en drama, en comedia o donde sea menester.
El genial protagonista de Entre copas es un plus en cualquier empresa a la que preste sus servicios. El ilusionista no es una excepción. La culpa de que tan excelentes mimbres no se traduzcan en una excelente película es de Burger en su faceta de guionista por poner una bomba en el último acto y en sus funciones de director por visualizar la prodigiosa mente del mago con semejante querencia por lo improbable.
En resumidas cuentas: funciona mejor el engranaje policial que el estrictamente mágico-sentimental. Un matiz: con tanta insustancial nadería exportad por Hollywood, El ilusionista es un drama adulto que se viste por los pies y que, en consecuencia, está muy por encima de la cosecha habitual con que Hollywood nos tortura de un tiempo a esta parte.

EL TRUCO FINAL (El prestigio)


El truco final (El prestigio)

Diario 20 minutos / Cine
http://www.20minutos.es/cine/cartelera/pelicula/28638/el-truco-final-el-prestigio/


Título V.O.: The prestige
Año de producción: 2006
Distribuidora: Warner Sogefilms
Género: Acción
Clasificación: No recomendado menores de 18 años
Estreno: 12 de enero de 2007
Director: Christopher Nolan
Guión: Christopher Nolan, Jonathan Nolan
Música: David Julyan
Fotografía: Wally Pfister
Intérpretes:


En el misterioso ambiente del Londres decimonónico, Robert Angier y Alfred Borden son dos prestigiosos magos y amigos que se admiran mutuamente. Hasta que el mejor truco de ambos se echa a perder y pasan a ser enemigos irreconciliables.

Desde ese momento de desencadena una feroz competencia entre los dos con el fin de acabar con la carrera del otro. La ambición les llevará a protagonizar espectáculos inimaginables con la ayuda de Nikola Tesla, un brillante científico que domina peligrosamente el nuevo e inquietante poder de la electricidad.

Con "El truco final", el realizador Chistopher Nolan (Memento) se apunta al mundo de la magia gracias a la novela "The Prestige" de Christopher Priest.

En su quinta película, en colaboración con su hermano Jonathan con el que firma el guión, Nolan hace un gran despliegue técnico y artístico. La cinta cuenta con un gran reparto encabezado por actores jóvenes pero consagrados como el mundialmente famoso Lobezno de "X-Men", Hugh Jackman (Van Helsing) y Christian Bale (El maquinista), al que Nolan ya dirigió en "Batman Begins". También aparece el prestigioso ganador de dos Oscar, Michael Caine (Hijos de los hombres). Como secundarios de lujo nos encontramos con la actriz de moda en Hollywood, Scarlett Johansson (Lost in Translation), que repite con Jackman tras "Scoop" y el famoso cantante pop David Bowie, que de nuevo vuelve a hacer un inquietante papel en la gran pantalla.

El resultado de todo ello: una intrigante y sorprendente historia sobre la eterna competitividad en el mundo del espectáculo.

Crítica

Esto no es El ilusionista 2, ni por remoto accidente, a pesar de los paralelos fáciles que propone buena parte de la prensa especializada. Nolan viaja mucho más lejos que Burger proponiendo, no una pieza de época sobre ilusiones espectáculo y conejos en la chistera, sino un descomunal manifiesto ilustrado sobre los límites incalculablemente perversos de la ambición humana, sobre la humana debilidad tendente al imposible de embotellar lo inefable, sobre los límites racionales e irracionales de la ciencia como estrategia de dominación y sobre la autodestrucción cincelada a base de codicia y delirios de grandeza.

Hugh Jackman y Christian Bale, superlativos ambos, son los dos extremos de esa enfermiza dinámica competitiva de dos tipos dispuestos a malvender su alma al diablo por un teorema nigromante, la llave de un milagro, un pedazo, corrompido acaso, de la piedra filosofal.

The Prestige es un estudio microcósmico y con apariencia (sólo apariencia) sobre la condición humana y la fragilidad del juicio cuando uno cree tener a mano los instrumentos precisos para tocar el cielo. Es, por supuesto, un inmenso truco de magia, un alarde de prestidigitación escénica de diabólica complejidad y desenlace circense potencialmente tramposo (para gustos los colores), pero detrás de ese código de representación, que no es sino el barniz perfecto de la fábula y, en última instancia una ponderación metafórica que reivindica el ilusionismo como doctrina cinematográfica y al cineasta como ilusionista de la posmodernidad, se esconde un ovillo narrativo incontenible y prácticamente perfecto a medio camino entre el rompecabezas ético-psicológico y un alarde de alquimia existencialista apto, y ése es el verdadero golpe de efecto, para las masas pensantes.

Nolan maneja la adrenalina dramática a su antojo y reivindica al espectador despierto, caminando siempre un paso por delante del respetable y llevándolo a rebufo, echando el bofe, con similar maquiavélica intensidad con que marcaba el ritmo desfragmentado y deconstruido en Memento.

Es improbable que el cine comercial norteamericano sea capaz de emular a corto plazo un espectáculo tan grande, estimulante e inteligente como éste, porque Nolan es de otra pasta, uno de esos cuatro gatos contados que se atreven a infiltrar rompecabezas escénicos en la industria pesada. Por eso es The Prestige un irresistible desafío, caja de sorpresas que no trasciende por ser tal sino por el apasionante sustrato emocional que manipula con tacto exquisito, por la lapidaria esquizofrénica insensatez, panorámica estupefaciente de almas perdidas y raídas por el anhelo ciego de omnipotencia. Un mecanismo de relojería cuasi-perfecto, que sabe no ponerse límite alguno. Si hace aguas a costa del salto mortal del desenlace, que probablemente hace, encuentra entonces el único puente tangible y cierto con El ilusionista de Neil Burger.

Lo demás, que es casi todo, es cine de gran calibre y, profeticemos, una de las mejores propuestas cinematográficas que disfrutaremos en el curso recién inaugurado.