viernes, 7 de abril de 2023

EL PEOR ENEMIGO DE UN MAGO

                Después de tanto tiempo sin pronunciarme en este mi querido blog de magia, me decidí a escribir una historia que une a dos personajes de distinta época y distintas profesiones. Pensé que sería bueno conocer una coincidencia entre el gran mago Houdini y el actual entrenador de futbol  José Mourinho. Pero esa historia tendrá que esperar para mejor momento, ahora quiero contar un hecho que me aconteció y que no quiero irme al otro mundo sin contarlo.

                Corría el mes de abril de 2020, estábamos en plena pandemia de la maldita covid, cuando recibí un WhatsApp de un amigo que me pedía grabase un video corto para un festival de magia infantil que se realizaba con gran éxito  cada año en nuestra ciudad. Ese año sería imposible hacerlo en vivo, así que las redes informáticas harían que los niños pudiesen disfrutar de la magia desde sus hogares o sus habitaciones de hospital.

                Aquello me dio una alegría inmensa, pues acababa de jubilarme y pensé que sería un hermoso broche a mi vida dentro de la magia, seguramente ya no volvería a hacer  nada relacionado con el ilusionismo por el resto de mi vida. Agradecí  enormemente que se acordaran de éste humilde mago y comencé a pensar qué podía hacer que le gustara a los niños.

                Después de encontrar un jueguecito con cartas que cambiaban de color, me estrujé la mente para buscar un guion que sirviera para dar ánimos a los niños que en ese momento pasaban por  dificultades de salud. No fue fácil pues había que tener mucho tacto para no solo no molestar, pues lo principal era impactar a los niños con aquel juego.

                Llegó el momento de la grabación y fue mi hijo el encargado de ese trabajo. Comencé enviando saludos a todos los niños que me estaban viendo y diciendo que en el próximo año podríamos vernos y abrazarnos porque aquel maldito bicho ya no estaría entre nosotros. Aquí tengo que hacer un inciso y, es que poco antes de comenzar la grabación pensé que sería buena idea “atravesarme una cuerda por el cuello” antes de comenzar con el efecto de las cartas y mientras hablaba, sin darle importancia a tal hecho,  algo que había realizado en infinidad de veces para los niños y comprobando que les gustaba. Cuando visioné el contenido del video quedé muy satisfecho con mi trabajo y lo envié para que junto al resto de videos de otros compañeros fuese divulgado por diferentes lugares. En un principio recibí la felicitación por mi trabajo, cosa que me alegró sobremanera. El problema empezó cuando un par de días después volví  a recibir un WhatsApp de la misma persona que me había felicitado por mi trabajo pidiéndome que volviese a grabar el video, pero en esta ocasión quitando la parte en la que me atravesaba el cuello con una cuerda. Según parece, un comité de sabios encabezado por el sabio mayor del reino había decidido que mi número no era adecuado para mostrarlo a los niños. Para “todos” era peligroso que los niños pudiesen intentar atravesarse una cuerda por su cuello y podía haber algún grave accidente. ¡Manda huevos!, pensé mientras leía. Por esa misma regla de tres, ningún niño debería de ver la película Superman porque pueden arrojarse desde sus ventanas intentando imitar al actor.

                Mi contestación a lo que para mí significaba una ignorancia total sobre filosofía mágica, fue que no pensaba cambiar ni un solo segundo de aquella grabación y, que por favor fuese avisado la próxima vez que una grabación mía tuviese que ser expuesta por un grupo de censores. La respuesta fue que este grupo tan solo habían dado su opinión, pero que si yo quería sería expuesta tal y como yo lo había grabado, junto al resto de grabaciones de otros magos. Respiré tranquilo al saberlo y pedí que por favor fuese expuesta tal cual fue grabada. La contestación fue que no me preocupase, pues así se haría. Por desgracia tengo que contar que todas las grabaciones de todos los magos fueron expuestas, menos la mía. Se ve que aquella contestación fue para no entrar en un debate sobre la conveniencia de ser visualizada por niños tal y como yo lo había realizado, en definitiva…………fui engañado por mis propios compañeros y amigos.

                Aquello me causó un gran dolor. No solo me sentí traicionado, comprobé que tantos años de estudios de la filosofía mágica, historia de nuestro arte, de cómo se debe de presentar un efecto de magia, todos aquellos libros y artículos que leí, fueron inútiles ante lo que yo considero un grupo de ignorantes que lo único que quisieron con ese hecho fue aparentar ser unos verdaderos sabios en lo referente a lo que se debe o no de hacer en un espectáculo para niños. A mí se me puede criticar mi forma de actuar, mi elección de los efectos, o cualquier otra cosa, pero pensar que no sé distinguir entre lo que se puede o no se puede exponer ante unos niños, me parece cuanto mínimo una falta de respeto hacia mi persona. Ese video lo mostré a infinidad de compañeros magos junto a la pregunta si veían algo para que un niño o niña no pudiese verlo y, nunca vieron nada que lo impidiese, al contrario, se sorprendían de que hubiese recibido esa crítica.

                Lo curioso de todo esto, es que al poco tiempo salió una niña de tan solo siete años en el programa de Got Talent, haciendo un número de atravesar una cuerda por su cuello. Ese momento lo han repetido en esa misma cadena, infinidad de veces. ¿Habéis oído críticas por ello? ¿Una niña de siete años no influye en otra niña y un adulto sí? ¡Menuda estupidez!

                Con esto lo que he querido reflejar es que el mejor enemigo de un mago es otro mago. Aunque esto hizo que me quedase sin que se emitiera mi actuación y sin dos “buenos amigos”.