Jean-Eugène Robert nació el 7 de diciembre en Blois, Francia. Utilizaba la última tecnología de la época para sus trucos y su influencia en la magia moderna no siempre es suficientemente reconocida. Cuando tenía 25 años de edad, se casó con Cécile-Eglantine Houdin y tomó su apellido por lo que se transformó en Robert Houdin. El nombre era muy popular, una generación mas tarde un joven americano llamado Eric Weiss tomó el nombre de su héroe y lo transformó en “Houdini”.A los veinte años, Robert era aprendiz de relojero y le enseñaban la importancia de la lectura para su labor. Houdin fue a una librería y adquirió el “Traité d’Horlogerie” (tratado de relojería) de Berthoud. En su afán de vender, la vendedora de la librería le vendió por equivocación otro libro. Houdin se sorprendió al darse cuenta que el título era “Enciclopedia de divertimentos científicos”. Esta obra tenía en su interior técnicas básicas de magia e ilusionismo como trucos de cartas, cómo arrancarle la cabeza a una paloma y devolverla a la vida, etc… En sus memorias, Houdin dice que el error de la bibliotecaria le causó “el encuentro con el motivo de regocijo de toda su vida”.
Fascinado por los misterios que encontró totalmente explicados en esa obra, Houdin se encontró con que carecía de las habilidades mínimas para realizar algunos de los trucos contenidos en el libro. Se dio cuenta de que necesitaba la maestría de movimientos manuales de un pianista para realizar esos movimientos intrincados de manera inconciente, pero también se dio cuenta de que era sólo el talento físico lo que necesitaba y no el talento musical de un pianista, por lo que contrató a un cortador de maíz (famosos por sus habilidades manuales) para que le enseñara a usar sus manos. Luego de un mes de práctica aprendió a hacer malabares con 4 pelotas. No contento con ésto, comenzó a leer mientras realizaba malabares. Pudo así escindir esas dos tareas lo que le dio una gran independencia con las manos. Gracias al constante entrenamiento en malabares, escisión de tareas y prácticas para agilizar la memoria, Houdin se convirtió en el gran mago que después fue. También promovió las actividades para agilizar la memoria a sus hijos, quienes luego se convertirían en sus asistentes para los geniales trucos que realizaba. Cuando Houdin creyó tener un show listo, rentó un lugar en la Galerie de Valois del Palais Royal para realizar su “Soirées Fantastiques”. Once años después tendría su propio teatro.
Quizás debido a su comienzo como relojero, Houdin tenía un gran amor hacia los mecanismos. En sus memorias describe dos creaciones interesantes que realizó en su propio hogar. Uno de sus inventos fue un aparato para escuchar a los sirvientes y sus conversaciones con las personas que golpeaban la puerta de su casa. También tenía un aparato eléctrico con el cual dejaba una marca blanca para ser vista por la servidumbre para avisar que no quería recibir visitas.
Houdin le dio un nuevo estilo y filosofía a la magia, que lo encumbraron como el “padre de la magia moderna”. Usaba artefactos de todos los días para su magia en vez de las intrincadas máquinas típicas de la época y cambió los harapos de hechicero por trajes de etiqueta. Le dio a sus shows la atmósfera de una elegante reunión. Fue él quién creó, entre otras cosas, los trucos de levitación, ilusionismo con monedas, la cornucopia y otros trucos sin los que hoy la magia no podría ser pensada.
Antes de Houdin, a los magos se les consideraba charlatanes o brujos, pero Houdin fue quien reclamó no tener poderes supernaturales y quien denunció a quienes lo decían. En cambio, fue un genio de la ingeniería y eso le permitió elaborar mecanismos para poder realizar cosas que maravillaban al público. Mientras en esa época se usaban velas como método de iluminación, Houdin con sus conocimientos de electricidad, galvanismo, etc, llevó la iluminacion artificial al escenario.
Robert Houdin ahorró suficiente dinero para comprarse una mansión en Blois y retirarse allí para escribir e inventar. No estaba interesado sólo en la magia, también escribió e hizo grandes avances sobre el ojo humano, e inventó el predecesor del taxímetro.El 13 de junio de 1871, Houdin murió, sólo unos meses luego de que su hijo falleciera en la guerra franco-prusiana.
Fascinado por los misterios que encontró totalmente explicados en esa obra, Houdin se encontró con que carecía de las habilidades mínimas para realizar algunos de los trucos contenidos en el libro. Se dio cuenta de que necesitaba la maestría de movimientos manuales de un pianista para realizar esos movimientos intrincados de manera inconciente, pero también se dio cuenta de que era sólo el talento físico lo que necesitaba y no el talento musical de un pianista, por lo que contrató a un cortador de maíz (famosos por sus habilidades manuales) para que le enseñara a usar sus manos. Luego de un mes de práctica aprendió a hacer malabares con 4 pelotas. No contento con ésto, comenzó a leer mientras realizaba malabares. Pudo así escindir esas dos tareas lo que le dio una gran independencia con las manos. Gracias al constante entrenamiento en malabares, escisión de tareas y prácticas para agilizar la memoria, Houdin se convirtió en el gran mago que después fue. También promovió las actividades para agilizar la memoria a sus hijos, quienes luego se convertirían en sus asistentes para los geniales trucos que realizaba. Cuando Houdin creyó tener un show listo, rentó un lugar en la Galerie de Valois del Palais Royal para realizar su “Soirées Fantastiques”. Once años después tendría su propio teatro.
Quizás debido a su comienzo como relojero, Houdin tenía un gran amor hacia los mecanismos. En sus memorias describe dos creaciones interesantes que realizó en su propio hogar. Uno de sus inventos fue un aparato para escuchar a los sirvientes y sus conversaciones con las personas que golpeaban la puerta de su casa. También tenía un aparato eléctrico con el cual dejaba una marca blanca para ser vista por la servidumbre para avisar que no quería recibir visitas.
Houdin le dio un nuevo estilo y filosofía a la magia, que lo encumbraron como el “padre de la magia moderna”. Usaba artefactos de todos los días para su magia en vez de las intrincadas máquinas típicas de la época y cambió los harapos de hechicero por trajes de etiqueta. Le dio a sus shows la atmósfera de una elegante reunión. Fue él quién creó, entre otras cosas, los trucos de levitación, ilusionismo con monedas, la cornucopia y otros trucos sin los que hoy la magia no podría ser pensada.
Antes de Houdin, a los magos se les consideraba charlatanes o brujos, pero Houdin fue quien reclamó no tener poderes supernaturales y quien denunció a quienes lo decían. En cambio, fue un genio de la ingeniería y eso le permitió elaborar mecanismos para poder realizar cosas que maravillaban al público. Mientras en esa época se usaban velas como método de iluminación, Houdin con sus conocimientos de electricidad, galvanismo, etc, llevó la iluminacion artificial al escenario.
Robert Houdin ahorró suficiente dinero para comprarse una mansión en Blois y retirarse allí para escribir e inventar. No estaba interesado sólo en la magia, también escribió e hizo grandes avances sobre el ojo humano, e inventó el predecesor del taxímetro.El 13 de junio de 1871, Houdin murió, sólo unos meses luego de que su hijo falleciera en la guerra franco-prusiana.