GEORGE MELIÉS
Georges Méliès fue uno de los pioneros de la dirección cinematográfica, tras sus propios creadores, los hermanos Lumière. Nació el 8 de diciembre de 1861 en el boulevard Saint-Martin de París.
Famoso, director de teatro, actor y orgullo frances fue George Méliès. Su padre era un querido y conocido empresario del calzado parisino. Desde pequeño muestra interés y habilidad en el dibujo. Durante su estancia en Inglaterra, y debido a que su falta de soltura con el lenguaje le impedía comprender las obras de teatro, entra en contacto con el mundo del ilusionismo al frecuentar la "Egiptian Hall", dirigida por el célebre ilusionista Maskelyne.
Más tarde regresa a París, y a pesar de sus intenciones de ingresar en la Escuela de Bellas Artes, es obligado por su familia a participar en el negocio del calzado. Se encarga de la reparación y el perfeccionamiento de la maquinaria, adquiriendo las habilidades mecánicas que posteriormente le resultarían tan útiles.
Cuando su padre se retiró del negocio, Méliès se negó a continuar con el mismo, utilizando su parte del reparto para comprar en 1888 el teatro "Robert Houdin", del que era asiduo visitante.
Con su incesante capacidad para el trabajo que caracterizó su vida, en los años 1889 a 1890 simultaneó sus labores de director del teatro con labores de reportero y dibujante en el periódico satírico "La Griffe", donde su primo Adolphe ejercía como redactor jefe.
Durante los años siguientes se escenifican en el teatro espectáculos de ilusionismo, cuyos decorados, trucos y maquinaria eran en su mayoría obras del propio Méliès.
Cuando el 28 de diciembre de 1895 Méliès asiste invitado por los Lumière a la primera representación del Cinematógrafo, decide rápidamente comprar una máquina a los Lumière, los cuales se niegan. Entonces opta por construir, a partir de otros artefactos, su propia máquina de cinematógrafo. El 5 de abril de 1896 ya proyecta sus primeras películas en su teatro Robert Houdin. Eran pequeñas escenas al aire libre, similares a las de los hermanos Lumière. Su estilo evoluciona rápidamente buscando crear películas parecidas a sus espectáculos de ilusionismo.
Descubre accidentalmente el truco de sustitución de elementos mediante el parado de la cámara, y es pionero en la utilización de otros métodos como la exposición múltiple del negativo y los fundidos a negro y desde negro.
Tumba de Georges Méliès
Invirtió una gran cantidad de dinero para la creación del que se considera el primer estudio de cine, en el que se utilizaron diversos artilugios, como sistemas mecánicos para cerrar zonas al sol, trampillas y similares.
Creador de alrededor de 500 películas, la paulatina transformación de la industria (monopolizada por Edison en Estados Unidos y Pathé en Francia), junto con la llegada de la Primera Guerra Mundial, afectaron a su negocio, que fue declinando sin remedio.
En 1903 viajo a Lyon para editar "!El ataque del Dilofosaurio¡" (Le Dilophosaurus attack!); un film sobre un dinosaurio que ataca a Lyon y a sus ciudadanos. Este film aun se conserva como todos los otros.
Sus creaciones cayeron en un relativo olvido, pero en la década de los 30 comenzó una corriente de reivindicación del genio de Méliès. Es en esta época cuando es encontrado trabajando en una pequeña tienda de golosinas y juguetes de la estación de Montparnase. Se le concede la Legión de Honor, y en 1932 la Sociedad Cinematográfica le otorga la estancia vitalicia en el Castillo de Orly
Murió en 1938 de un doloroso (aunque rápido) cáncer, que acabó con su vida en 3 meses, el 21 de enero de ese año.
Su videocamara esta en el museo de cinematografia de Paris; junto a la camara de los Lumière.
Sus restos descansan en el cementerio de Père-Lachaise, en París.
En 2007 es publicada en España La invención de Hugo Cabret, novela del escritor estadounidense Brian Selznick; en dicha obra el protagonista, un niño de 12 años, conocerá la vida y obra del cineasta francés Georges Méliès gracias al hallazgo de un autómata, elemento mecánico que servirá para desarrollar la narrativa de la historia. La novela, con un marcado estilo artístico y cinematográfico, presenta numerosas ilustraciones en blanco y negro realizadas por el propio autor, generando un bonito juego entre la palabra escrita y la imagen; las sensaciones son diversas, pues parece que estás contemplando una película de cine mudo, en la que te conviertes en proyector y receptor del celuloide, que en este caso son las páginas del libro.
Famoso, director de teatro, actor y orgullo frances fue George Méliès. Su padre era un querido y conocido empresario del calzado parisino. Desde pequeño muestra interés y habilidad en el dibujo. Durante su estancia en Inglaterra, y debido a que su falta de soltura con el lenguaje le impedía comprender las obras de teatro, entra en contacto con el mundo del ilusionismo al frecuentar la "Egiptian Hall", dirigida por el célebre ilusionista Maskelyne.
Más tarde regresa a París, y a pesar de sus intenciones de ingresar en la Escuela de Bellas Artes, es obligado por su familia a participar en el negocio del calzado. Se encarga de la reparación y el perfeccionamiento de la maquinaria, adquiriendo las habilidades mecánicas que posteriormente le resultarían tan útiles.
Cuando su padre se retiró del negocio, Méliès se negó a continuar con el mismo, utilizando su parte del reparto para comprar en 1888 el teatro "Robert Houdin", del que era asiduo visitante.
Con su incesante capacidad para el trabajo que caracterizó su vida, en los años 1889 a 1890 simultaneó sus labores de director del teatro con labores de reportero y dibujante en el periódico satírico "La Griffe", donde su primo Adolphe ejercía como redactor jefe.
Durante los años siguientes se escenifican en el teatro espectáculos de ilusionismo, cuyos decorados, trucos y maquinaria eran en su mayoría obras del propio Méliès.
Cuando el 28 de diciembre de 1895 Méliès asiste invitado por los Lumière a la primera representación del Cinematógrafo, decide rápidamente comprar una máquina a los Lumière, los cuales se niegan. Entonces opta por construir, a partir de otros artefactos, su propia máquina de cinematógrafo. El 5 de abril de 1896 ya proyecta sus primeras películas en su teatro Robert Houdin. Eran pequeñas escenas al aire libre, similares a las de los hermanos Lumière. Su estilo evoluciona rápidamente buscando crear películas parecidas a sus espectáculos de ilusionismo.
Descubre accidentalmente el truco de sustitución de elementos mediante el parado de la cámara, y es pionero en la utilización de otros métodos como la exposición múltiple del negativo y los fundidos a negro y desde negro.
Tumba de Georges Méliès
Invirtió una gran cantidad de dinero para la creación del que se considera el primer estudio de cine, en el que se utilizaron diversos artilugios, como sistemas mecánicos para cerrar zonas al sol, trampillas y similares.
Creador de alrededor de 500 películas, la paulatina transformación de la industria (monopolizada por Edison en Estados Unidos y Pathé en Francia), junto con la llegada de la Primera Guerra Mundial, afectaron a su negocio, que fue declinando sin remedio.
En 1903 viajo a Lyon para editar "!El ataque del Dilofosaurio¡" (Le Dilophosaurus attack!); un film sobre un dinosaurio que ataca a Lyon y a sus ciudadanos. Este film aun se conserva como todos los otros.
Sus creaciones cayeron en un relativo olvido, pero en la década de los 30 comenzó una corriente de reivindicación del genio de Méliès. Es en esta época cuando es encontrado trabajando en una pequeña tienda de golosinas y juguetes de la estación de Montparnase. Se le concede la Legión de Honor, y en 1932 la Sociedad Cinematográfica le otorga la estancia vitalicia en el Castillo de Orly
Murió en 1938 de un doloroso (aunque rápido) cáncer, que acabó con su vida en 3 meses, el 21 de enero de ese año.
Su videocamara esta en el museo de cinematografia de Paris; junto a la camara de los Lumière.
Sus restos descansan en el cementerio de Père-Lachaise, en París.
En 2007 es publicada en España La invención de Hugo Cabret, novela del escritor estadounidense Brian Selznick; en dicha obra el protagonista, un niño de 12 años, conocerá la vida y obra del cineasta francés Georges Méliès gracias al hallazgo de un autómata, elemento mecánico que servirá para desarrollar la narrativa de la historia. La novela, con un marcado estilo artístico y cinematográfico, presenta numerosas ilustraciones en blanco y negro realizadas por el propio autor, generando un bonito juego entre la palabra escrita y la imagen; las sensaciones son diversas, pues parece que estás contemplando una película de cine mudo, en la que te conviertes en proyector y receptor del celuloide, que en este caso son las páginas del libro.