martes, 18 de noviembre de 2008
martes, 11 de noviembre de 2008
¿QUE SABEMOS DE VICTORIA BERLAND?
He recibido un E-mail de ayuda desde Cuba de Barbara Berland, bisnieta de la famosa maga Victoria Berland "Emperatriz de la prestidigitación".
Me pide que le de toda la información que pueda sobre su bisabuela.
Desgraciadamente me ha sido imposible ayudarla, pues por mucho que lo he intentado no he podido encontrar nada sobre su vida y obra.
Si alguien sabe algo sobre ella, ruego me lo hagan saber, le estaré muy agradecido.
Para cualquier información.
josemaria.palmav@gmail.com
domingo, 9 de noviembre de 2008
miércoles, 5 de noviembre de 2008
SELBIT Y GOLDIN ¿QUIEN FUE EL PRIMERO?
El efecto de Selbit y el de Goldin eran bien distintos. Y tenían
razón. En la ilusión del inglés, como vimos, el efecto era que una
serie de planchas metálicas y un serrucho podían atravesar el cuerpo
de una mujer sin hacerle daño (“Sawing Through a Woman”)
mientras que en la versión norteamericana, el serrucho cortaba
por la mitad al cuerpo de la mujer (mostrándolo dividido, incluso)
para luego recomponerlo.
En su autobiografía, Goldin asegura que en 1909 ya se le había
ocurrido la idea de cortar una mujer por la mitad y que, recién en
1919, encontró el método para hacerlo aunque ningún productor se
sintió interesado en comprar y fabricar la idea. Sea esto cierto o no,
es un hecho que Goldin no presentó su efecto hasta la asamblea
anual de la Sociedad Americana de Magos (S.A.M) del 3 de junio
de 1921, es decir, varios meses después de que lo hiciera Selbit.
El historiador, asesor e inventor de ilusiones más importante
de la actualidad, Jim Steinmeyer, asegura que lo que hizo Goldin fue
apresurarse a fabricar un efecto como el que estaba haciendo
famoso a Selbit y presentarlo antes de que éste decidiera llegar a
América. Lo que logró, entonces, fue una ‘tosca’ versión de lo que
sería un gran suceso.5
Ese 3 de junio en la S.A.M, Goldin colocó a un botones dentro
de una caja, procurando que le sobresaliesen solo los pies y las
manos. Tras esto, Goldin serruchó la caja y, al finalizar, la mostró
dividida en dos partes. Más tarde, las unió y el joven botones apareció
sano y salvo.“Goldin cometió algunos errores aquella primera
vez –asegura Steinmeyer. Por ejemplo, utilizaba a un ‘botones’
en lugar de una dama atractiva. Además, el aparato que usaba
lucía muy grande y crudo de modo que el producto final no fue
tremendamente engañoso y falló en exaltar a la audiencia”.6
Sin embargo, en la audiencia se encontraba Howard Thurston
que, al ver el potencial del efecto, quiso tenerlo en su show. Fue así
que llegó a un arreglo con Goldin según el cual, a cambio del permiso
para presentarlo, Thurston refabricaría el efecto con ciertas
mejoras. Desde entonces, Goldin tuvo su truco bien armado,
comenzó a hacerlo con una mujer y con la cabeza de ella sobresaliendo
también de la caja. Esto supuso una gran diferencia con la
realizada por Selbit ya que, si bien se recuerda, en la de éste ninguna
parte del cuerpo sobresalía. De hecho, como dice
Steinmeyer, “la revista especializada Variety mostró poco respeto
por su creador y fue brutalmente honesto sobre las diferencias:‘La
de Goldin es llamada “Cortando una mujer por la Mitad”, ésta –la
de Selbit– debería ser llamada “Cortando una caja por la mitad’ ya
que omite el principal atractivo de la presentación de Goldin en
donde los pies y la cabeza están a la vista mientras el serrucho aparentemente
pasa a través de ella”.7
¿Qué otra cosa esperaban de alguien
cortado por la mitad?
Ya con estas modificaciones,Goldin presentaba el efecto como
“Bloodless Surgery”, es decir “Cirugía sin Sangre”.
Tras un breve monólogo inicial, el ilusionista invitaba a dos
señores a subir al escenario.Mientras tanto, su asistente entraba a
escena y era colocada dentro de la caja. Los espectadores –que preferentemente
debían ser doctores– tomaban el pulso de la señorita
y corroboraban que se encontrara en perfecto estado de salud.
Hecho esto, Goldin sacaba su serrucho de ‘dos manos’ e invitaba a
uno de los espectadores a cortar a la dama. Éste, obviamente se
negaba, así que lo invitaba a tomar los tobillos y, a la otra persona,
le pedía que sostuviese las manos de la víctima (no es ilógico pensar
que estos detalles provengan de los pies y manos atados en la
versión de Selbit).
Goldin y un ayudante suyo comenzaban a serruchar. Como
en el caso de Selbit, la caja no era de cartón de modo que el sonido
estremecía a los asistentes. El serrucho traspasaba la caja y era
ahora cuando la separaban sobre la misma mesa. Goldin pedía a
los doctores que volvieran a tomarle el pulso a la asistente. “Un
poco acelerado”, decían. “Naturalmente, retrucaba Goldin, qué otra
cosa esperaban de alguien que acaba de ser cortado a la mitad”.8
Finalmente, el mago unía ambas mitades y, tras unos pases mágicos,
la bella asistente salía sana y salva.
Selbit, entonces, cortaba la caja con una mujer dentro y, al
separar las dos mitades, se constataba que no había sufrido daño
alguno.Goldin, en cambio, cortaba la caja con una mujer dentro y,
al separar las mitades, cada una contenía una parte del cuerpo, de
modo que debía ir un paso más allá y recomponer a la víctima.
Publicidad y Popularidad
Tal fue el éxito de este efecto que, como dijo el periodista y autor de
libros de magia John N. Hilliard, “por muchos años la magia en
Estados Unidos ‘consistió prácticamente en nada más que “Sawing a
Woman in Half ”.9 Goldin, por su parte, decía que era un truco del
que hablaban “from the president to the negro in the street” (“desde
el presidente hasta el negro de la calle”); Nelson Downs en 1924
aseguraba que a Serruchando a una Mujer los magos “la habían cortado
hasta matarla”10 y un cronista diez años más tarde decía que
“Sawing a Live Woman in Halves” era muy buena pero fue vista
tanta veces que sorprende que todavía queden mujeres por alli”.Cientos de salas de todo el mundo presentaron la ilusión. La
prensa hablaba de ella como de una gran noticia política; los
medios cubrieron todos los casos de acusaciones por plagio entre
Goldin y Selbit en primera plana e incluso dos cortometrajes y un
anuncio de los cigarrillos Camel revelaban el modo en que eran
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